lunes, 23 de junio de 2014

Todos Salvos?

Jn.3:16-17 “16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.

Estos dos versículos de la Biblia del evangelio de Juan, son los más conocidos y especialmente el v.16 y que han sido por cierto muy mal interpretados, este pasaje es objeto de predicaciones en todo lugar, lo he oído por las calles en donde muchos “predicadores” hacen su propia teología, malversando y malinterpretando la Palabra de Dios, sacando absolutamente de contexto dicho pasaje bíblico.

La mala interpretación de de estos versículos llevan a pensar, de que, la intención de Dios era salvar a toda la humanidad y lamentablemente le falló el plan o se equivocó de estrategia.

En el Libro de Deuteronomio capítulo 32, versículo 4 dice: “El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto”.

Basta esta sola categórica y contundente declaración de la Palabra de Dios para entender y darse cuenta de que Dios ES JUSTO Y RECTO, Y ABSOLUTAMENTE TODA SU OBRA ES ENTERAMENTE PERFECTA.

Dios no puede errar, muy por el contrario, somos los seres humanos corrompidos por la caída en pecado de Adán y Eva los que nos equivocamos y erramos permanentemente porque no tenemos un cabal conocimiento de las Escrituras y del poder de Dios (Mt.22:29 “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios”), y de ninguna manera y forma, está en Él, el equivocarse y mucho menos el estar improvisando porque la corrupción no es de Dios, sino de nosotros los seres humanos: Dt.32:5 “La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa”.

Oseas 4:6 “…Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…”

Dicho todo lo anterior, aquí podemos hacernos la pregunta: si Dios tenía pensado y planificado salvar a “toda la humanidad o mundo” ¿entonces porqué el Señor Jesucristo oró de esta manera? Jn.17:9-10 “Yo ruego por ellos; NO RUEGO POR EL MUNDO, SINO POR LOS QUE ME DISTE; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.

Nota: el énfasis en mayúscula es puesto por el autor de este estudio bíblico.

Juan apóstol tenía muy claro todo en esta materia ya que él escribe en su primera epístola universal: 1Jn.2:15 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.

El asunto para tener en cuenta, es que cuando el apóstol Juan habla de “mundo” o menciona este término, los judíos se habrían desorientado o hasta cierto punto podríamos decir “escandalizado”, ya que ellos no podrían haber entendido un mundo fuera de Israel que fuera participante activo de la bendición y salvación de Dios.

Lo que Juan expresa con la palabra “mundo” es para referirse concretamente al “mundo gentil”

Hch.10:45 “Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo”.

Hch.13:47 “Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”.

Hch.13:48 “Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna”, es interesante lo que señala este último verso al final “y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna” la verdad es que ignoro cuantos había en este momento y cuantos se convirtieron a Cristo en esta ocasión, lo único que puedo decir es que “se convirtieron aquellos que estaban “ordenados” para ser salvos, tal cual como señala Lucas en este pasaje de Hechos 13:48.

SOLI DEO GLORIA

El Señor Jesucristo fue enfático y muy claro cuando habló del camino angosto y que “MUY POCOS ENCONTRABAN” y el camino ancho, vasto, amplio y espacioso en donde caben todos los extravíos, toda la corrupción, toda la suciedad, toda la inmoralidad de la sociedad humana y en donde la gran mayoría de los hombres se regocijan Mt.7:13-14 “13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.

Conclusión:

“Mundo” en Jn.3:16 y 17, “NO ES SINÓNIMO” de “TODOS LOS HUMANOS” sino que los seres humanos de fuera del pueblo de Israel o si lo prefiere dicho de otra manera “NO JUDÍOS”.

Al decir Juan “todo el mundo” se refiere concretamente a: las personas de todas las naciones o como señala muy claramente Hch.1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.

Es decir: “TODA LA TIERRA”.

La sola idea de pensar siquiera, de que todo el mundo o todos los seres humanos serán salvos; contradice a la PALABRA DE DIOS.
Dios no es hombre para que mienta y se equivoque, es PERFECTO y SOBERANO y tiene un pueblo preparado desde antes de la fundación del mundo, La iglesia formada por judíos y gentiles.

La idea de que Dios quiere salvar a todo el mundo y que el ser humano es capaz de decidir el ser salvo y ser por sí mismo y sus propios méritos, partícipe de la Obra de Dios hecha fuera de nosotros en la persona del Señor Jesucristo y en la Obra de Dios realizada dentro de nosotros en la persona del Espíritu Santo, coloca al hombre como co-soberano junto a Dios y esto es una blasfemia, es una aberración, un pensamiento humanista, engreído y absolutamente de orden satánico.

1Tim.4:1 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios…”

Gál.1:6-9 “6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8 Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”.

Gracia y paz
Víctor Miranda

jueves, 19 de junio de 2014

Comprendiendo la preocupación

"NO OS ANGUSTIÉIS POR VUESTRA VIDA…” (Mateo 6:25)

Jesús dijo: “No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os angustiáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? No os angustiéis, pues, diciendo: `¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?’, porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:24b-34).

Ahora, ¡vuelve al principio y léelo otra vez!
“NO OS ANGUSTIÉIS POR VUESTRA VIDA…” (Mateo 6:25)

¿Por qué te preocupas? Dale vueltas al asunto con detenimiento y verás que probablemente estarás haciendo lo siguiente:

(1) Añadiendo presiones innecesarias
Peter Marshall, capellán del Senado de los Estados Unidos, oró: “Padre, controla nuestros impulsos de tratar de hacer tantas cosas a la vez que quedemos expuestos al cansancio y la impaciencia, que a su vez hacen que nuestro ánimo se desgaste, nos robe la tranquilidad mental, nos nuble el horizonte cuando debería estar despejado y acalle una melodía que quiere brotar del corazón”. Cuando cargas con una presión externa innecesariamente, tratas de “ir al paso” de otros, e intentas reacondicionar a todo el mundo o vivir de acuerdo a sus expectativas, pierdes tu “canción”.

(2) No contando con Dios
Escucha: “La comunión íntima del Señor es con los que lo temen…” (Salmo 25:14). La amistad con Dios se construye compartiendo con Él lo que pasa en tu vida: cada actividad, cada conversación, cada problema y cada pensamiento. Cuando no lo haces, acabas por no ser consciente de su Presencia, ser insensible a su voz, reacio a su corrección, y sin estar sincronizado con su “cronometro”. Ese tipo de vida sólo produce un resultado: preocupación.

(3) Repartiendo la vida entre lo secular y lo sagrado
¡Qué fácil es convencernos de que una parte de la vida está dentro de la esfera de los asuntos de Dios y la otra no! ¡Falso! Escucha: “Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y Él hará derechas tus veredas” (Proverbios 3:5-6). Vivir de cualquier otra manera es vivir una vida llena de dolores de cabeza…

Por todo esto debemos entender que entender la preocupación y el sufrimiento es basico para salir de ellos. No olvides que TODO viene para pasar, y la manera como pasas por estás situaciones hará que crezcan como Dios desea. Lo contrario a preocupación es CONFIANZA, y esta confianza tiene que estar puesta en el lugar correcto, en nuestro caso en nuestro maravilloso Padre Celestial.
Mil Bendiciones!

domingo, 15 de junio de 2014

Nuestras coronas

Hay cinco coronas celestiales mencionadas en el Nuevo Testamento que se otorgarán a los creyentes. Son la corona incorruptible, la corona de regocijo, la corona de justicia, la corona incorruptible de gloria y la corona de la vida. La palabra griega traducida "corona" es stephanos (la fuente para el nombre de Esteban el mártir) y significa "un símbolo de la realeza, un premio en los juegos públicos o un símbolo general del honor." Las coronas fueron usadas durante los antiguos juegos griegos; una corona o guirnalda de hojas se colocó en la cabeza de un vencedor como recompensa por haber ganado un concurso atlético. Este honor atlético se utiliza en sentido figurado en el Nuevo Testamento de las recompensas celestiales que Dios promete a aquellos que son fieles. 1 Corintios 9:24-25 mejor define cómo se otorgan estas coronas.

1) La Corona Incorruptible – (1 Corintios 9:24-25) "¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible." Todas las cosas en esta tierra están sujetas a deterioro y perecerán. Jesús nos urge a no guardar nuestros tesoros en la tierra "donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan" (Mateo 6:19). Esto es análogo a lo que Pablo dijo acerca de la corona de hojas del deportista que se vuelve quebradiza y se descompone. No así la corona celestial; la perseverancia fiel gana una recompensa celestial que es "una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos" (1 Pedro 1:3-5).

2) La Corona de Regocijo – (1 Tesalonicenses 2:19) "Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?" El apóstol Pablo nos dice en Filipenses 4:4, "Regocijaos en el Señor siempre" por la abundante bendición que nuestro Dios misericordioso ha hecho llover sobre nosotros. Como cristianos, tenemos más razón de alegrarnos en esta vida que todos los demás. Lucas nos dice que hay regocijo aun ahora en el cielo (Lucas 15:7). La corona de regocijo será nuestra recompensa donde Dios “enjugará toda lágrima… y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron." (Apocalipsis 21:4).

3) La Corona de Justicia – (2 Timoteo 4:8) "Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida." Heredamos esta corona por la justicia de Cristo; sin la justicia de Cristo, no puede obtenerse esta corona. Porque está poseída en justicia y no adquirida a través de la fuerza y el engaño como a veces son las coronas terrenales, es una corona eterna, prometida a todos los que aman al Señor y esperan ansiosamente Su venida. A través de nuestro desaliento perdurable, persecución, sufrimiento o incluso la muerte, sabemos ciertamente que nuestra recompensa es con Cristo en la eternidad (Filipenses 3:20). Esta corona no es para aquellos que dependen de su propia justicia. Tal actitud crea sólo la arrogancia y el orgullo, no un deseo de estar con el Señor.

4) La Corona Incorruptible de Gloria – (1 Pedro 5:4) "Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria." La palabra gloria es una palabra interesante, refiriéndose a la propia naturaleza de Dios y Sus acciones. Conlleva Su gran esplendor y brillo. Recordemos a Esteban que, al mismo tiempo de ser lapidado hasta la muerte, fue capaz de mirar al cielo y ver la gloria de Dios (Hechos 7:55-56). Esta palabra también significa que la alabanza y honor que le damos a Dios es lo que Le debemos por la Persona que es Él (Isaías 42:8; 48:11; Gálatas 1:5). Los creyentes son increíblemente bendecidos para entrar en el Reino y recibir la corona de gloria, recibir la misma semejanza de Cristo mismo. Como Pablo dijo, "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse." (Romanos 8:18).

5) La Corona de la Vida – (Apocalipsis 2:10) "No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” Esta corona es para todos los creyentes, pero es especialmente importante para aquellos que padecen sufrimientos, que valientemente afrontan persecución por Jesús, incluso hasta la muerte. En las Escrituras la palabra vida a menudo se utiliza para mostrar una relación correcta con Dios. Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10). Al igual que el aire, los alimentos y el agua son vitales para la vida física, Jesús es vital para la vida espiritual. Él es la persona que proporciona el "agua viva". Él es el "pan de vida" (Juan 4:10; 6:35). Terminará nuestra vida terrenal. Pero tenemos la promesa increíble para todos aquellos que ven a Dios a través de Jesús: "Y esta es la promesa que Él nos hizo, la vida eterna." (1 Juan 2:25).

Santiago dice que esta corona de la vida es para todos aquellos que aman a Dios (Santiago 1:12). La pregunta entonces es ¿cómo demostramos nuestro amor por Dios? El apóstol Juan responde a esto: "Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos." (1 Juan 5:3). Como Sus hijos, debemos guardar Sus mandamientos, y obedecerlo fielmente. Entonces, mientras soportamos las inevitables pruebas, dolores, angustias y tribulaciones — mientras vivimos — podemos movernos hacia adelante, siempre "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2) y recibir la corona de la vida que nos espera.Gotquestions

viernes, 13 de junio de 2014

Viviendo satisfecho

Pablo, prisionero en Roma, encadenado a un soldado, encarcelado en una casa de la ciudad, había perdido a su comodidad y libertad. Vivía con lo mínimo en cuanto a las necesidades vitales. Pero estaba profundamente satisfecho. ¿Cómo lo hizo?

1- Aprendiendo a tener confianza en la providencia de Dios

Filipenses 4:10 “En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad”.

Vemos aquí que Pablo no estaba desesperado por la provisión que no había llegado. El gozo es alcanzable si confiamos en que el Dios soberano controla todos los eventos de la vida y, a la larga, todas las cosas ayudan para bien.

2- Aprendiendo a estar satisfechos con poco

Filipenses 4:11 “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”.

Pablo pudo haber dicho: “Tengo grandes necesidades”. En cambio, estaba contento con la comida y la ropa. Mientras, en nuestro tiempo, influenciado por la publicidad que despierta los deseos del cuerpo y del alma, el individuo promedio vive profundamente insatisfecho.

Contentarse con poco: esta actitud bien podría ser la lección más valiosa y el medio más poderoso con el que un creyente llegue a ser en verdad sal y luz, en un mundo envuelto en las tinieblas de los deseos insatisfechos.

3- Aprendiendo a vivir por encima de las circunstancias

Filipenses 4:12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

Nuestra satisfacción no debería estar relacionada con lo que tenemos, sino con el Dador de lo que tenemos. Pablo estaba bien cuando las cosas iban bien, pero también lo estaba en la adversidad, porque confiaba siempre en la provisión de Dios. Él vivía por encima de las circunstancias, con los ojos puestos en Jesús.

No somos auto-suficientes: somos Cristo-suficientes. Confiado en el cuidado de Dios, el apóstol aprendió a estar satisfecho con poco, y renunció a la idea de la inconformidad, así como al impulso de intentar siquiera controlar las circunstancias. ¿Cómo logró hacer esto? Aquí llegamos a nuestro Texto:

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Si estás en Cristo, ¡puedes estar contento! Si el Señor es tu fuerza, puedes estar satisfecho cualquiera que sea tu situación. La gran lección aquí es que, cuando se han agotado los recursos, Pablo aún sigue en Cristo, y Cristo en él. Y siendo así, no necesita más para contentarse.

No somos auto-suficientes: somos Cristo-suficientes.

Si tú te sientes completo a causa de las cosas que posees, serás infeliz muy pronto. Pero si entiendes que estás completo en Cristo, estarás satisfecho por siempre. Y entonces podrás contentarte en medio de cualquier circunstancia. Sea en la abundancia, sea en la escasez, lo podrás todo “en” Cristo; serás lo suficientemente fuerte para enfrentar cualquier escenario, por causa de Aquel que te infunde su fuerza. Nuestra fuente de plenitud está “en” Cristo. Y solo en Él.

¿Quién puede estar contento en medio de debilidades, afrentas, necesidades, persecuciones y angustias? Solo aquel que tiene el gozo de haber experimentado el poder sustentador de Cristo en los momentos en que no solo se agotan los recursos, sino también las fuerzas. Hacer frente a todo tipo de circunstancias, carecer de comida o de ropa, de consuelo o de calor, de libertad o de cuidados, de salud o de seguridad, enfrentar dolor o peligro, asechanzas o sufrimientos, calumnias o amenazas: todo es posible cuando Cristo te fortalece interiormente. Todo aquel que cree en Él tiene a su alcance el mayor de los recursos. Tiene a Cristo. No necesita más.

Cuando aprendo a no depender de mis propios –y siempre insuficientes– recursos, entiendo que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Que puedo tener abundancia y que puedo tener escasez. He allí el alma de esa afirmación: Filipenses 4:13 no está hablando de ser capaces de obtener todo lo que deseamos, sino de ser capaces de soportarlo todo. Pablo no hablaba de alcanzar tus sueños terrenales, y mucho menos escribió estas palabras para que aquellos que viven en enemistad contra Dios se “apropiaran” de ellas se declararan invencibles. Solo para comenzar, quienes viven así no están “en” Cristo: están “en” pecado.

Filipenses 4:13 no está hablando de ser capaces de obtener todo lo que deseamos, sino de ser capaces de soportarlo todo.

Conclusión

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, y nada puedo sin Cristo, pues sin Él no hay fortaleza. Solo en Cristo hay fortaleza, y cuando estamos en Él, ¡podemos soportarlo todo! Todo aquel que está en Cristo puede comer y no comer, beber y no beber, tener y no tener, dormir y no dormir, enfermar y no enfermar... ¡pero siempre tendrá Su fortaleza!

miércoles, 11 de junio de 2014

Jesús la Roca

En Mateo 16:18, Jesús dijo a Simón: “yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”

Los Católicos Romanos interpretan Mat. 16:18 para decir que Pedro es la roca sobre la cual se construyó la iglesia. Esta interpretación se convierte en la base para la doctrina de la sucesión papal. Si Pedro es la roca sobre la que se construyó la iglesia, y si los obispos de Roma son los sucesores de Pedro, entonces dicen, que el papado sigue siendo el fundamento de la iglesia.

Pero eso no es en absoluto lo que enseña Mateo 16:18.


El nombre de “Pedro” era un apodo dado a Simon por Jesús, regresando hasta en Juan 1:42 cuando Pedro conoció a Jesús. Viniendo de la palabra griega petros (o la palabra aramea “Cefas”), el nombre de Pedro significa “Roca” o “Piedra”. Para utilizar un equivalente en español, Pedro significa “Piedrita.”

Pero cuando Jesús dijo: “Yo digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia,” El hace diferencia entre Pedro y la “roca” mediante el uso de dos palabras griegas diferentes. El nombre de Pedro es petros, pero la palabra para “roca” es petra.

Esos términos pueden sonar similares a nosotros, pero la literatura griega antigua muestra que en realidad se refieren a dos cosas diferentes Petros fue utilizada para significar una pequeña piedra; Petra, por el contrario, se refiere a la roca de fundamento o una gran roca de cimentación (cf. Mt 7 :24-25).

Así, parafraseando las palabras de Jesús, el Señor le dijo a Pedro: “Yo digo que tú eres una pequeña piedra, y sobre esta roca edificaré mi iglesia.” Fue un juego de palabras que estableció un punto espiritual importante.

¿Cuál fue entonces la roca a la cual Jesús se estaba refiriendo? La respuesta a esa pregunta viene de un par de versículos antes en Mateo 16.

Mateo 16:13-17: 13 Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, Jeremías o uno de los profetas. 15 El les dijo*: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo[a], el Hijo del Dios viviente. 17 Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”

Pedro era más que una pequeña piedra construida sobre los cimientos de algo mucho más grande que él mismo: es decir, la verdad de que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. En pocas palabras, Pedro no era la roca; Cristo es la Roca. Cuando Pedro y los otros apóstoles dieron testimonio de la verdad de Cristo (lo cual hizo Pedro en el versículo 16), la iglesia fue construida a partir de su único fundamento seguro.

El resto del Nuevo Testamento lo confirma.

En 1 Corintios 3:11, Pablo escribió que “nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, que es Jesucristo.”

En Efesios 2:20, Pablo explicó, además, que Jesucristo es la piedra angular sobre la que la Iglesia es fundada mediante los apóstoles.

Pedro, en 1 Pedro 2:1-10 compara a todos los creyentes a las pequeñas piedras que forman parte de la superestructura de la iglesia. Por el contrario, Peter observó en los vv. 6, 7, el Señor Jesús es la piedra angular sobre la que se edifica la iglesia. Pedro dijo lo mismo a los líderes religiosos judíos en Hechos 4:11. Hablando de Jesús, Pedro proclamó: “Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular.”

Si tuviéramos que ir más allá de la vida de Pedro, y consideramos los escritos de los Padres de la Iglesia desde Orígenes hasta Crisóstomo hasta Agustín – nos encontramos con lo mismo que la gran mayoría de los intérpretes antiguos no veían a la roca en Mateo 16:18 como una referencia a Pedro . Los padres de la iglesia en general, entendieron que la “roca” se refería tanto a los apóstoles colectivamente, o al contenido específico de la confesión de Pedro. En cualquiera de los casos, ellos entendieron que Mateo 16:18 se centraba en última instancia en Cristo – Aquel a quien los apóstoles testificaron, y Aquel a quien la confesión de Pedro señala.

Por lo tanto, vemos que el concepto católico romano de Mateo 16:18 se queda corto en por lo menos cuatro niveles:

1) Gramaticalmente, no representan la distinción léxica entre petros (Peter) y Petra (Rock).

2) El contexto, que hace Pedro en el punto focal de Mateo 16, cuando el texto está presentando claramente la verdad acerca de Jesús.

3) Teológicamente, trata de hacer de Pedro la roca cuando el resto del Nuevo Testamento declara que Cristo es la Roca.

4) Históricamente, la visión católica romana no es la visión patrística de los primeros siglos.

(Por otra parte, incluso si Pedro era la “roca” de Mateo 16:18, tal interpretación todavía no requiere la noción de la sucesión papal. Pero eso es tema de otro post.)

El apodo de Pedro podría haber sido Piedrita, pero el propio Pedro entendió que la roca era Cristo. La Roca sobre la que se edificó la vida de Pedro no era otro que la Roca de la Salvación; la Roca de la Liberación; la Piedra Angular Principal; y de la Roca de la Eternidad.

Pedro dio testimonio de esa verdad en Mateo 16:16. El resto de los Apóstoles dio testimonio de eso a través de sus ministerios. Y era la verdad de ese testimonio apostólico de Jesucristo, que fue el fundamento de la iglesia.Nathan Busenitz

martes, 10 de junio de 2014

Reyes y Sacerdotes?

¿Fuimos realmente hechos REYES y SACERDOTES según la Escritura?
Según el concepto tradicional evangélico esto es efectivo y todo permanece fundamentado en dos versos en Apocalipsis 1:6 y 5:10, sin embargo otras versiones dicen una cuestión distinta que trae a acotación el hecho de que la versión tradicional evangélica es bastante mala, me refiero a la versión Reina Valera.
Según otras versiones el texto cita de la siguiente manera.

Apocalipsis 1:6 NTV

Él ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios, su Padre. ¡A él sea toda la gloria y el poder por siempre y para siempre! Amén.

Apocalipsis 5:10 NTV

Y la has transformado en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y reinarán sobre la tierra.

Otra versión dice así.

Apocalipsis 1:6 DHH

y ha hecho de nosotros un reino; nos ha hecho sacerdotes al servicio de su Dios y Padre. ¡Que la gloria y el poder sean suyos para siempre! Amén.

Apocalipsis 5:10 DHH

De ellos hiciste un reino, hiciste sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra.

Otro ejemplo de este mismo aspecto dice así.

Apocalipsis 1:6 NVI

al que ha hecho de nosotros un reino, sacerdotes al servicio de Dios su Padre, ¡a él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén.

Apocalipsis 5:10 NVI

De ellos hiciste un reino; los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra.

¿Cabe alguna duda de que nuestra tradicional versión Reina Valera no es el mejor aval para respaldar un aspecto doctrinal tan arraigado, pero erróneo a la luz de lo que dice de nosotros otras versiones en estos mismos pasajes? Es indudable que acá hay un problema crucial, y es la doctrina que nos ha gobernado durante mucho tiempo, la cuál es errada, confusa y hasta herética en cuanto a su realidad espiritual.
Es indudable que debemos revisar lo que creemos y asumir la posición de quienes somos para Dios y tomar posturas a las que no fuimos llamados a cumplir, no la dirige reyes; sino de sacerdotes para Dios.

viernes, 6 de junio de 2014

Nuestra boca tiene poder?

TIENEN PODER MIS LABIOS?
Nunca me olvidaré la primera vez que oí sobre este “principio teológico”, estábamos cenando algunos hermanos, cuando por algo que yo comenté una hermana me dijo: “cuidado porque lo que tú dices tiene poder”. Indagué un poco más a que se refería, di mi opinión, terminó el tema y pensé que pronto se olvidaría.

Meses después, me encontré con otra persona en un viaje a Miami. El había empezado sus estudios bíblicos en un grupo de hogar que yo dirigía, y luego de un tiempo se había ido a radicar a esta ciudad. Estábamos conversando entre tres personas, mientras esperábamos a alguien que salga de un centro comercial y yo dije “Si no sale rápido la medio mato”. Esta frase provocó una real preocupación en este amigo mío que me dijo: “Como puedes decir eso, lo que dices se cumple “. Como sabía a que Iglesia estaba yendo en esa ciudad decidí que no convenía iniciar una discusión que no conduciría a nada.

Es sorprendente para mí que esto se ha convertido en toda una teología, en donde tenemos cuatro palabras básicas: “Yo decreto, yo declaro, yo confieso y yo recibo”. Analizaremos en dos artículos el sustento bíblico de esta posición.

Empecemos con algunos conceptos generales:

La Biblia si dice que hay poder en la lengua y que hay una forma buena y mala de usarla (ver articulo “El poder de la lengua”). Queda claro solo con leer Proverbios 12:18.
Ese poder es el de vivificar, motivar, bendecir, producir confianza, consolidar en amor, etc. y negarnos a usarla para cosas como maldecir, mentir, atemorizar, etc. ya que “de la abundancia del corazón habla la boca”. (Ef. 4:29).
La pregunta que nos debemos hacer sobre este tema, no es si funciona o no, sino si es bíblico o no. Estoy seguro que a algunas personas les funciona repetir una y otra vez que obtendrán algo que desean, de no ser así, nadie creería en los conceptos de la “nueva era”. Pero es que el poder desatado ahí, no es el de Dios, puesto que simplemente no es bíblico.
Que quede claro, no es cierto que el diablo no te puede dar cosas buenas materiales. El hará todo lo que pueda para llevarte al error y que permanezcas en él y no juega limpio, se disfraza de lo que sea, por eso la Biblia es lo único que nos alivia del error de servir al que no queremos.
Hablemos ahora del decretar:

Según la Real Academia de la Lengua, decretar significa: “La declaración de una persona que tiene autoridad o facultades para ello, para resolver y decidir”. Un ejemplo sería el de un presidente que decreta un aumento en los combustibles y todos los habitantes de ese país pasamos a tener que pagar más por ello, pues es decreto presidencial.

Cuántos de nosotros hemos oído algo como esto: “Decreto que hoy todo me saldrá bien, decreto que todo lo que haga prosperará, decreto bendición sobre mi familia y negocio, decreto que Satanás no me tentará, declaro y decreto que ninguna enfermedad tocará mi vida o de mi familia, en el nombre de Jesús. Amén.

Si usted busca decretos esotéricos en el internet encontrará cosas muy parecidas a éstas, tanto que parece que la idea de los decretos la sacamos de esas creencias.

Cuanta veces le han dicho “Decreto que tus finanzas se liberan de tal forma que llega mucha plata a tu cuenta de banco. Decreto que en un mes sucederá esto”. “Decreto que predicarás en estadios, que mucha gente te escuchará y que predicarás a las naciones”. “Decreto que tu lograrás tanto dinero que financiarás grandes ministerios para el Señor”.

La pregunta que viene es: ¿Qué pasa si no se cumple? Entonces la explicación es que el decretado tiene falta de fe o un pecado, como si los decretos dependieran de aquel a quien se le da el decreto. Si yo tengo la autoridad para hacer algo, entonces eso queda hecho sin perjuicio de lo que la otra persona piense, haga o deje de hacer.

Encuentro algunos problemas, pues considero esta posición anti bíblica y que agrede a Dios en:

Sus planes.- Solo Él decide cuáles son sus planes para mí y porque cosas debo pasar para mi crecimiento espiritual, aunque parezcan malas. Sus planes son hacerme mas como Jesús y yo no me puedo poner a decretar algo que puede no ser la voluntad de Dios para la vida de alguien. Por ejemplo decreto que serás pastor, pero Dios tenía planes para ti de administrador. ¿Dónde Dios me dijo que yo tengo autoridad para interpretar o cambiar sus planes para la vida de alguien?
Su soberanía.- Solo Él tiene la autoridad, solo Él decide, pues es Rey de Reyes (Dt. 26:16 y 17). Por ejemplo, decidió salvarle la vida a Pablo varias veces y no a Esteban quien murió en su primera predica pública.
En su posición.- Él y solo Él es Dios, nadie más sabe todo lo que Él sabe, nuestra vida es de Él y Él no le ha delegado a nadie la autoridad para por sí y ante sí decretar cosas en nombre de Él. Nos ha dado autoridad para cosas específicas que finalmente es por la autoridad de Él, como echar fuera de demonios por ejemplo.
¿En que se basan para esta posición teológica?:

En dos argumentos principales, el primero de ellos es que somos reyes y sacerdotes y que entonces tenemos autoridad. Mire lo que dice un decretador: “La autoridad de rey que tenemos es un derecho delegado por Cristo a sus hijos y ésta autoridad es para ejercer dominio y señorío, Dios le ha dado a cada creyente el derecho de ejercer poder y autoridad en su nombre. Poder es la habilidad divina para obrar cualquier cosa. Él te ha dado autoridad y poder para ordenarle a las circunstancias a los problemas que se dobleguen, tú tienes la autoridad para decretar y ordenarle a los problemas que se solucionen; lo único que debes hacer es decretarlo en el nombre de Jesús, simplemente tu le dices en el nombre de Jesús a las cosas y tu lo decretas y estás usando el poder que Dios te dio y lo liberas a través de tu boca.

Tu boca, Dios te la dio para decretar, para atar y desatar, ésta situación temporal por la que estás pasando, va a pasar tan pronto como tú le ordenes que se vaya, y que ordenes a los cielos y des órdenes a la tierra en el nombre de Jesús, entonces el mundo de las tinieblas tiene que oírte y tiene que obedecerte a ti porque eres hijo del Dios Todopoderoso y tu eres intocable”.

Nos está diciendo que nosotros somos Dios.

El otro argumento sale del versículo de Juan 14:12: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre”, y la interpretación que le dan es que haremos mayores maravillas y milagros que Él.

Si esa interpretación es cierta entonces necesito saber varias cosas:

¿Dónde está aquel que al igual que Cristo caminó sobre las aguas? ¿O que se resucitó a sí mismo? ¿O el que alimentó a 5.000? ¿O el que traspasó una pared?

Y si hubiera uno que ha hecho alguna de estas cosas recién están igualando a Cristo y no superándolo, así que no puede haberse referido a esto Cristo. A lo que se refiere es, a que predicaríamos y llegaríamos a más gente que Él ya que Él no salió de 300 kms. a la redonda.

Entonces, Pablo, Pedro, Billy Graham para solo nombrar tres han cumplido esto, al igual que muchos otros. Solo en 40 años después de muerto Cristo, todo el mundo conocido de la época sabia de Jesús y lo que había hecho, según su orden de Mateo 28.

Leamos esta reflexión de Santiago: ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. (4:13 al 17).

¡¡Qué lejos están ciertos predicadores de entender estas palabras!!

miércoles, 4 de junio de 2014

El versículo peor citado de la Biblia

Si me preguntaras qué versículo bíblico considero el peor citado de toda la Biblia, respondería sin vacilar: “Mateo 7:1”. ¿Qué dice? "No juzguéis para que no seáis juzgados".

Hoy día es demasiado común citar este versículo de memoria sin entender nada de su significado original. ¿Por qué Jesús dijo esto? ¿Ser un discípulo del Señor en el siglo XXI realmente quiere decir que no se nos permite pensar por nosotros mismos y juzgar con juicio espiritual? Sería de gran ayuda leer el contexto del versículo en cuestión. Así que esto es lo que vamos a hacer hoy. Aquí está el versículo en su contexto original:

No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: "Déjame sacar la paja de tu ojo", y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano (Mateo 7:1-5).

Una vez que se lee el pasaje en su totalidad, entonces la expresión "No juzguéis para que no seáis juzgados" no parece demasiado difícil de entender. Jesús estaba golpeando contra un espíritu de hipocresía que condena a los demás por las faltas y pecados de los cuales el acusador es culpable. Si vives una vida secreta de pecado e iniquidad, ¿quién eres para atreverte a hablar en contra del pecado de otra persona en público? ¡Eso es el colmo de la hipocresía! Una vez que hayas sacado la viga de tus ojos, entonces podrás juzgar con justo juicio y discernir por el Espíritu del Señor. Juan 7:24 nos ordena en términos explícitos: “Juzgad con justo juicio”. No es pecado juzgar. De hecho, Dios nos manda a juzgar. Por lo tanto, sería más correcto decir que es pecado no juzgar.

El gran problema de citar erróneamente este versículo es que estamos acabando, de una manera muy sutil, con toda forma de juicio en la fe cristiana, la cual es una idea muy anti-bíblica.

Jesús dijo las palabras registradas en Mateo 7:1, pero recuerda que Él es el Juez Todopoderoso (1 Pedro 4:5) que enviará a sus ángeles para echar a los apóstatas al fuego eterno del infierno. Jesús juzga con juicio justo. Sus feroces palabras, dirigidas a los fariseos y a la élite religiosa del Israel del primer siglo eran innegablemente críticas (al igual que las palabras de los profetas del Antiguo Testamento). Dijo que si no se arrepentían de sus pecados, entonces perecerían. Ahora bien, ese tipo de mensaje no es muy ‘amoroso’ según la nueva moda de fe utilitaria y pragmática que ha nacido en nuestra generación, pero no importa lo que diga el Evangelio light o el Evangelio de mantequilla , lo que cuenta es la Palabra de Dios. Tu destino eterno depende del Señor, no de ministerios fabricados por hombres que sólo procuran conseguir éxito, dinero y popularidad. He visto a predicadores y teólogos evangélicos dando entrevistas en la televisión con miedo a la hora de afirmar dogmáticamente que Jesucristo es el único camino de salvación. Por temor a ofender han hecho más mal que bien. No juzgaron con juicio justo. Pecaron contra el mandato de Dios.

Si juzgar está prohibido a los santos- como muchos creen erróneamente- entonces, ¿quién era Pablo para juzgar el caso de incesto en Corinto (1 Corintios 5)? ¿Quién le dio a Pedro el derecho de acusar a Ananías y Safira de mentir (Hechos 5)? Crisóstomo, un gran hombre de Dios y predicador de la Palabra en el siglo IV, escribió que debemos corregirnos unos a otros, pero no como un enemigo que busca venganza, sino como un médico que busca sanar. Un espíritu recto debe dominar nuestro juicio. Nos juzgamos de acuerdo a la norma bíblica y, al hacer esto, nos libramos del engaño y obedecemos el mandato de Dios. Juzgamos para obedecer a Dios, no para difamar ni hacer daño a los rebeldes.

Traduzcamos todo esto en un ejemplo práctico: digamos que un hombre en el púlpito de tu Iglesia predica una doctrina herética este domingo. Supongamos que él dice (al igual que muchos apóstatas dicen hoy día), "Dios no es un Dios Trino, no hay distinción de personas en la Deidad. Olvídate de todo eso de el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo", o tal vez "Jesucristo no es Dios manifestado en carne", ¿cómo respondes a eso? ¿Te sientas allí en el banco y dices: "Bueno, no voy a hacer nada, después de todo, Dios no me ha llamado a juzgar"? ¿Quién sería tan insensato como para permitir que la gloria de Dios sea así blasfemada? ¿Dejarías que una niña fuera violada delante de tus ojos y luego decir: "Yo no intervine porque yo no quería juzgar la situación. Amo demasiado a las personas. No quería juzgar al violador"? ¿Qué tipo de excusa es ésta? Sería sumamente repugnante.

Dios nos llama a "examinarlo todo y retener lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21). Si no te examinas de acuerdo a la Palabra de Dios, entonces vas a ser engañado. En la apostasía de los últimos días, muchos hombres van a ser entregados a graves engaños para que crean la mentira. ¿Por qué? Pablo responde: "A fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia" (2 Tesalonicenses 2:12). Eso es un mensaje fuerte, pero sólo sirve para demostrar la necesidad imperiosa y urgente de juzgar de manera bíblica todas las enseñanzas y acciones. Por lo tanto, juzgar de manera bíblica es la única garantía de nuestra supervivencia espiritual en estos próximos años.

Así que, corrijamos a aquellos que nos rodean que constantemente citan de manera incorrecta Mateo 7:1. Jesús no nos ha llamado a poner nuestro cerebro a un lado; Él nos llama a juzgar con justo juicio y asegurarnos de que no caigamos atrapados en la misma falsedad y pecado que censuramos en otros. De esta manera se evitará el peligro de ser juzgado por juzgar a los demás.

martes, 3 de junio de 2014

Expiación Limitada

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Romanos 8:32-34

I.- Exposición De La Doctrina

La expiación limitada es la doctrina, también llamada redención particular, es la doctrina que habla acerca de las personas que reciben los efectos redentivos de la muerte de Cristo. En esta sección debemos responder la pregunta ¿Ofreció Cristo su vida como sacrificio por toda la humanidad, por cada individuo sin distinción o excepción; o la ofreció por los elegidos únicamente?

La iglesia reformada afirma que Jesús murió sólo por sus elegidos. Esta doctrina se desprende lógicamente de la doctrina de la elección incondicional, si Dios eligió a un grupo para que fuera salvo entonces el sacrificio que Cristo hizo debía ser sólo por ellos. La doctrina afirma que Cristo, en su muerte, intentaba realizar aquello que realizó: limpiar los pecados de los elegidos de Dios y asegurar que todos ellos alcancen la fe a través de la regeneración y por la fe sean perseverados para gloria. Cristo no pretendió morir por todos. La prueba de eso, como la Escritura nos enseña, es que no todos son salvos.

Cuando se usa la frase “Expiación limitada” no se quiere decir que el valor de la expiación sea limitado. El pecado de Adán ofende a un ser de una dignidad infinita, el sacrificio para limpiar ese pecado debía tener un valor infinito el cual se cumple con la muerte del Dios hecho carne: Jesús. Cuando se habla de “Expiación limitada” se quiere decir que los efectos de la muerte de Cristo son para un grupo limitado de personas.

II.- Algunas Palabras Que Se Usan Para Designar A Los Elegidos

John Owen, un teólogo puritano, escribió en su libro “¿Por quién murió Cristo?” que los elegidos por Dios son mencionados en la Biblia con las palabras Pueblo, Ovejas e Iglesia[1].

Su Pueblo: Mateo 1:21 dice: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” e Isaías 53:8 “Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.” Ambos textos limitan la salvación que compra la muerte de Jesús en la cruz a un grupo llamado su pueblo.

Sus Ovejas: El apóstol Juan usa en mucho el término ovejas para referirse a los elegidos. Juan 10.11 y 14 “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas… Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.” Esta vez limita la muerte de Cristo por sus ovejas, aquellas personas que eran conocidas por Dios y que conocían a Dios. Recordemos que la palabra conocer tiene un sentido de intimidad. Este versículo recuerda 1 Juan 4:19 que nos dice: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”

Su Iglesia: Hechos 20:28 dice: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” y Efesios 5:25 “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” En el primer versículo Pablo está hablando a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso pidiendo que la cuiden debido a que Cristo pagó por ella, en el segundo Pablo está enseñando el cuidado y el cariño que debe tener el esposo por su mujer y lo ilustra usando el ejemplo de Cristo.

III.- Objeciones A La Doctrina

Podemos reconocer dos tipos de crítica a esta doctrina. Unos dicen que Cristo murió por todos y que todos, sin excepción, serán salvos; esto se llama Universalismo. La Biblia es clara en demostrar que no todos los hombres son salvos, el pasaje de Romanos 9.13 habla claramente de la elección de Jacob para salvación y de Esaú para condenación.

Otro grupo dice que Jesús murió por todos los hombres pero que su muerte no tiene efectos salvadores si no se una con la fe y el arrepentimiento. En otras palabras, Él murió por todos pero los que se habían de salvar no estaban considerados específicamente, murió con tal de hacer la salvación.

El problema con esta concepción es que haría la muerte de Cristo totalmente ineficiente y pondría la salvación del hombre en lo que él puede hacer por sí mismo. Si este pensamiento tuviera razón entonces parte de la sangre de Cristo se hubiera derramado en vano, nos dice que el sufrimiento de Cristo no fue suficiente. Si es así entonces su muerte no sería una expiación ni un rescate en ningún sentido.

Tanto la doctrina reformada como la arminiana limitan la expiación: los reformados limitamos la extensión de ella pero los arminianos limitan el poder de ella. Los calvinistas la ven como un puente estrecho que cruza de un lado del río hasta la otra rivera, los arminianos la ven como un puente muy ancho que llega sólo hasta la mitad del río[2]. Sólo la doctrina reformada de la Expiación Limitada hace justicia a Cristo y a su sufrimiento. Es la única que pone a Cristo como Salvador.

IV.- ¿Qué Pasa Con Los Pasajes Que Hablan De El Mundo O Todos?

Porciones como Juan 3.16 y 2 Corintios 5.14-15 parecieran objetar que la muerte de Jesús tenía la intención de limpiar sólo los pecados de sus elegidos. Lo que hacen estos pasajes es decir que Jesús murió por todos los hombres sin distinción y no por todos los hombres sin excepción. Esos versículos enseñan que Cristo murió por todo tipo de hombres (1 Tim. 2.1-6), por todos los que están en Él (1 Cor. 15.22) o por el “mundo de su pueblo”: si se comparan Juan 3.16 y 17.9 vemos como Juan restringe el término mundo a aquellos que son elegidos por Dios.

V. Conclusión

Queda claro en los argumentos expuestos que el objetivo de la muerte de Cristo era limpiar los pecados de aquellos que Dios había elegido para salvación, cualquier otra forma de pensamiento hace al sacrificio de Jesús inservible y da la gloria al hombre por su salvación.

Si creemos que nuestra naturaleza está totalmente inhabilitada de querer amar a Dios o de agradarle en la mínima manera no podemos pretender que el sacrificio de Jesús necesite de alguna ayuda nuestra. Simplemente no podemos hacerlo.

La doctrina de la Expiación Limitada da la gloria de nuestra salvación a Dios, muestra su soberanía y también el amor que tiene por su pueblo.Marcelm Sánchez

lunes, 2 de junio de 2014

7 señales del juzgar

7 Señales de que Estás “Juzgando” a Otros

“No juzguéis” es uno de los versículos de la Biblia más populares en nuestra sociedad, especialmente entre los no cristianos. Parece encajar con dos de las hipótesis más básicas de nuestra sociedad — (1) la religión es privada y (2) la moral es relativa. La gente le encanta “no juzguéis,” ya que parece ser una forma práctica de decir: “Usted no puede decirme que estoy equivocado.” Comience a hacer una evaluación pública sobre casi cualquier asunto moral y verá que este versículo rápidamente se desfunda como arma.

El problema es que Jesús, —el que pronunció esas palabras— no compartió nuestras presuposiciones acerca de la religión y la moral privada relativa. Él estaba constantemente haciendo juicios públicos, muchos de ellos bastante sorprendentes. En Juan 7:7, dijo a sus discípulos que el mundo lo odia “porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.” Así que no podía haber querido decir que todos estamos supone que simplemente levantar las manos y decir: “Hey, a cada uno con lo suyo. ¿Quién soy yo para juzgar?”

Usted juzga a alguien no cuando a evalúa su posición, sino cuando le menosprecia como persona. Jesús dijo a la gente que sus obras eran malas. Sin embargo, Juan 3:17 dice que Dios no envió a Jesús para condenar al mundo, sino para salvarlo. Hay una diferencia entre hablar una verdad dura y condenarla. Condenar va más allá de decir: “Esto está mal” a decir: “Ya no te quiero más por allí.”

Eso es lo que haces después que le dices a alguien la verdad lo que determina si lo estas condenando o no –alias juzgarlos. Cuando Jesús nos dijo la cruda verdad acerca de nuestro pecado, él nos trajo cerca. Él nos hizo, incluso como pecadores, sus amigos.

El antídoto para juzgar es recordar el evangelio. Estas son algunas señales de que estés juzgando a los demás (porque te has olvidado del evangelio):

1. Usted se enfurece más por el pecado de otra persona que sentirse avergonzado por el suyo. Dietrich Bonhoeffer dijo que uno de las primeras señales de la madurez cristiana fue una frustración con la hipocresía de la iglesia y un deseo de separarse de ella.. Pero la próxima señal de crecimiento fue el reconocimiento de que la misma hipocresía en la iglesia está presente en uno mismo. Seguimos confrontándonos unos a otros en su pecado, pero siempre estando dolorosamente conscientes de nuestro.

2. Usted se niega a perdonar (o cuando perdonas te niegas a olvidar) Negarse a perdonar a alguien es ser casi totalmente ignorante de la enormidad de la que Dios te ha perdonado. Y “perdonar pero no olvidar” es, como he oído decir, “una distinción sin una diferencia.” Es sólo otra manera de decir: “Yo te lo voy a recordar todo el tiempo y lo voy a utilizar como justificación para ser frío hacia ti.” En otras palabras, no es un perdón del todo. Perdonar significa absorber la deuda y ofrecer amor y bondad a cambio.

3. Usted se “desliga” de los que no están de acuerdo con usted. Esta es la esencia de juzgar. Cuando está muy en desacuerdo con alguien —por algo como la fe o la moral o la política— y debido a que no se puede estar de acuerdo se desliga de esa persona. Usted dice, en esencia: “No podemos ser amigos si no estamos de acuerdo en este tema.” La última declaración del juicio es: “Apartaos de mí.”

Escúcheme caritativamente en esto: usted tiene que amar a la persona más de lo que ama a su posición sobre un tema en particular. Eso no quiere decir que ponga en peligro su posición o no pueda decirlo. Pero esto significa usted permanece comprometido con amor a quienes apasionadamente están en desacuerdo con usted.

El mejor ejemplo de esto es Jesús con Judas. Incluso después de que Judas lo había traicionado, Jesús le dice: “Amigo, ¿por qué has venido?” Amigo. Jesús le ofrece la mano de amistad a él –y, ¡a nosotros! –Cuando somos sus traidores. ¿Cómo puedo decir "Apártate de mí" a otra persona, cuando Dios no ni siquiera me dice eso?

4. Usted chismea. Lo que hace al chisme tan peligroso es que se está juzgando a alguien sin darles la oportunidad de cambiar. Por lo menos si usted juzga a alguien en su cara, ellos podían hacer algo al respecto. (Y no enmascararlo con una “petición de oración,” o un clásico del Sur “bendice su corazón.”)

5. Usted se niega a recibir críticas. ¿Por qué odias a la crítica? ¿No es porque odias admitir que tienes fallas? si usted entiende el evangelio, eso no debería sorprenderle. Así que cuando otros señalan su depravación, usted debería ser capaz de decir: “Bueno, por supuesto. De hecho, yo podría decirte un par de cosas que no te has dado cuenta!”

6. Usted se niega a corregir la posición de alguien. Alerta de ironía. Como cristiano, cuando usted se niega a corregir a alguien, es por una de dos razones: 1. ¿Usted no cree que la Biblia es verdadera, o 2 ¿No cree que la otra persona realmente puede cambiar. Pero suponiendo que la otra persona no va a cambiar y no quiere escuchar, usted los está juzgando y condenando desde el principio. Los estás consignando a su pecado sin siquiera darles la oportunidad de recibir la gracia. Lo que me lleva a la última…

7. Usted descarta a alguien como sin esperanza. Escuche, servimos a un Salvador que resucita a los muertos. No deberíamos considerarlo caso perdido, si creemos que alguien está sin esperanza. Nosotros estábamos al igual sin esperanza. Pero si mantenemos nuestras bocas cerradas porque creemos que alguien está más allá de esperanza o, peor aún, si tenemos miedo de una torpe interacción –entonces estamos diciendo que preferimos que nuestros amigos sufran las consecuencias de sus pecados que hablar. ¿Dónde estarías si no fuera por el valor de otros para hablar verdades difíciles a su vida?

Hay un equilibrio aquí entre la gracia y la verdad. Así que no juzguemos a los demás mediante la retención de la verdad. Pero no los juzgue diciendo la verdad sin la gracia. En cambio, deles de la gracia y la verdad del Evangelio. La Verdad sin la gracia es el fundamentalismo crítico; gracia y sin verdad es sentimentalismo liberal. El evangelio combina ambos.

domingo, 1 de junio de 2014

Cabeza y no cola ?

¿Ha escuchado usted en algún momento frases como “Dios me dice que soy cabeza y no cola y por lo tanto ejerzo dominio sobre todo lo que me pertenece”, o “Como iglesia nos apropiamos de la promesa divina de que somos cabeza y no cola y por lo tanto la recibimos y declaramos que todo lo que reclamemos será nuestro en Nombre de Jehová de los Ejércitos”? Qué tal, “Soy princesa, hija del Rey, cabeza y no cola y no tengo que someterme a ningún hombre que pretenda avasallarme o ignorar nuestra igualdad de condiciones y autoridad”? Son trilladas frases que ya se popularizan entre muchos cristianos evangélicos alrededor de todo Latinoamérica y que siguen siendo heredadas y tomadas prestadas por muchos otros que las aceptan como realmente bíblicas e incuestionables.

Dichas frases son tomadas del texto en Deuteronomio 28:13 que dice:

“Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas”.

Lo de cabeza y cola se trata de lenguaje retórico en el que el autor se vale de la figura literaria conocida como metonimia para comunicar la idea, en este caso de preeminencia o supremacía versus subyugación o postrimería. Dicho en lenguaje militar: vanguardia versus retaguardia. El vocablo hebreo que se traduce como cabeza aquí significa originalmente comienzo o al frente. El término hebreo para cola literalmente se puede traducir como aletear o sacudirse. En otras palabras, Dios está comunicando a Su pueblo que irían al frente en vez de permanecer revoloteando.

Resulta que este texto se añade, penosamente, a la larga lista de textos malinterpretados y/o sacados de contexto de la que muchos lectores bíblicos se hacen eco, algunos por ignorancia, otros en su estado de inocencia o en su condición de neófitos, y la mayoría en su calidad de indoctos e inconstantes, como dice 2 Pedro 3:16.

Interpretando el pasaje

¿Por qué es incorrecto el pretender apropiarnos de tal versículo y reclamarlo como promesa? ¿Por qué no debemos crearnos expectativas falsas basadas en lo que Dios no se ha comprometido?

En primer lugar, como regla general y atendiendo a lo más elemental de la interpretación bíblica, es menester tomar en cuenta el entorno y los detalles alrededor de los cuales Dios expresa un pensamiento en particular. En este caso, vemos el trato exclusivo de Dios con el pueblo de Israel que por boca de su siervo Moisés se asegura de establecer pautas y condiciones específicas que han de regular su compromiso o promesa a la nación. Es necesario considerar todo el capítulo desde su inicio, y no solo el verso 13, a fin de notar las condicionantes que afectarán los resultados. El mensaje cabal incluye bendiciones, pero también maldiciones o resultados penosos, lo cual nos obliga a prestar atención y considerar todo el texto antes de llegar a conclusiones apresuradas.

Un análisis cuidadoso del pasaje nos permitirá notar que el adverbio “si” aparece seis veces (vv. 1, 2, 13, 14, 15 y 58), el cual es condicional; o sea que Dios está comprometido a cumplir con Su promesa solo si el pueblo acata y cumple con la parte que le corresponde. Una manera de ilustrarlo sería por ejemplo el típico caso del padre que le promete a su hija que como regalo para su quinceañero le va a cubrir unas vacaciones a Europa con todos los gastos pagos, si no reprueba ningún examen final y si logra excelentes calificaciones. Si la doncella no logra el reto, por más cruel que suene, el padre no está obligado a cumplir con su promesa. Del mismo modo, en este pasaje Dios no está prometiendo incondicional e indefectiblemente que Israel será cabeza y no cola. De hecho el mismo capítulo revela que Dios plantea tantas bendiciones como maldiciones, y como si fuera poco, Dios mismo señala en el verso 44 que si el pueblo no hace su parte la maldición sería a la inversa, es decir que terminaría siendo cola de otros pueblos extranjeros en vez de cabeza. Es así que para poder exigir o esperar que Dios cumpla con su promesa (que en este caso es el compromiso menor), el pueblo lleva la tarea más ardua de cumplir con varios requisitos que por razones de espacio no enumeraremos aquí. En otras palabras, como creyente, solo puedo esperar una bendición o beneficio de Dios si primero me aseguro de seguir al pie de la letra las condiciones y las instrucciones específicas que Dios dicta.

En segundo lugar, otro principio importante en la interpretación de las Escrituras es el lograr identificar a quién es dirigido el mensaje. Como individuos o como iglesia no tenemos el derecho de apropiarnos de una promesa o bendición que no nos corresponde, es decir que no fue intencionada para nosotros. Ya hemos visto cómo esta promesa fue dada específicamente para el pueblo de Israel, antes de su entrada a tierra de Canaán. En más de una ocasión hemos sido testigos de lastimosas decepciones que cristianos bien intencionados han sufrido por creer erróneamente que en sus propias circunstancias Dios cumple lo que promete y que “no es hijo de hombre para que mienta”, apelando al atropellado y abusado versículo en Jeremías 33:3 que dice “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.

En conclusión, asegurémonos de interpretar y aplicar correctamente las Escrituras. El sacar un texto fuera de contexto no es más que un pretexto para interponer nuestro propio criterio y al final salirnos con las nuestras y, lo que es peor, manipular las masas indefensas e inocentes, induciéndolas a seguir nuestras malfundadas intenciones y liderazgo, arrastrándolas hacia la enferma doctrina o en su defecto terminar siendo objetos de la retribución divina al eliminarnos habiendo sido heraldos para otros (1 Co. 9:27) y evitando hacernos maestros muchos de nosotros sabiendo que recibiremos mayor condenación (Stg. 3:1).Roddy Carrión

Liberación

ALGUNOS PUNTOS SOBRE EL MINISTERIO DE LA LIBERACION

“Ni Cristo ni los Apóstoles dieron “cultos de liberación”. A los endemoniados, que NO eran cristianos los liberaban y le predicaban; pero a los creyentes les ensenaban “

¿Cree usted en la posesión demoniaca“? SI. Pero no creo que un genuino creyente sea poseído por un demonio.

¿Usa Dios la proclamación del Evangelio para liberar a personas que demuestran estar poseídas?
SI, definitivamente. Me opongo a que se haga un SHOW porque ni Cristo ni los Apóstoles lo hicieron.

¿Y, que se entra a la iglesia una persona que manifiesta estar endemoniada?
No haría un show, lo tomaría con los ancianos y trataría con esa persona privadamente; porque el culto es para honrar a Dios no al Diablo.

“Oh, Pastor Córdova, dijo alguien, “es que usted no cree en la unción y en el Poder del Espiritu Santo”. Estas 100% equivocado. Lo que no creo es que estos charlatanes y payasos de los pulpitos le quitan al pueblo de Dios la mirada de Cristo y la CENTRALIDAD de la Palabra para enfocarse en “las muchas cosas como Marta y no en UNA SOLA COSA como María y ¿Que era? Sentarse a los pies del maestro para oír su santa Palabra”

“Usar el tiempo Solemne de recibir la Palabra en un culto; para “hablar del Diablo, demonios y de aar y desatar” JAMAS será un culto que honra a Dios”

“Cuando los PASTORES tomen en serio su llamado a “predicar y a ensenar” todo el consejo de Dios; a tiempo y fuera de tiempo exhortando con toda sana doctrina; verán que muchos de los supuestos demonios desparecerán de la iglesia”

“Si leemos todo el NT, particularmente las epístolas de Pablo, NO encontramos absolutamente nada con relación a las prácticas de tantos ministerios de liberación tan en boga en el día de hoy. Los problemas de la iglesia, para Pablo era la instrucción, corrección, confesión, arrepentimiento”

‘’Nuestros amados hermanos PENTECOSTALES ustedes tienen que seriamente reevaluar lo que sus maestros les ensenan con relación al “Ministerio de Liberación” y “atar y desatar” (me gusta ser claro y sin rodeos)

“Los “Cultos de liberación” que son tan populares en muchas iglesias, es la manera que muchos pastores resuelven: la carnalidad de los creyentes, su falta de sujeción y ser disciplinados”. Lo liberan en Domingo y el lunes están atados. ¿Hasta cuándo pastor, evangelista estarás en este “evangelio falso?

“Atan al Diablo y se vuelve a soltar y lo atan otra vez ¿Qué es esto la “Teología del enredo?

“El único que puede “Atar y desatar” es Cristo. “Desato” mis muchos pecados; y los “Ato” en la cruz redimiéndome de la condenación eterna”

A la iglesia se le ha ensenado, falsamente que muchos de sus problemas tienen que ser “atados o desatados” parecen que cada creyente camina con un equipo de sogas en su arsenal. “Atan” enfermedades’ “desatan bendiciones”. Es te falso evangelio es puro legalismo con una gran dosis de “obras muertas”

La “Solución” que nos venden los psicólogos y los psiquiatra a la depresión no conllevan a nada. Darle drogas a una persona deprimida no llega a la raíz del problema. Nadie nace deprimido o se hereda. Es nuestra reacción a los problemas de la vida; y el EVANGELIO nos saca de foso de la desesperación”
Juan Córdova