lunes, 21 de abril de 2014

Libre albedrío

Hay escrituras que excluyen expresamente el albedrío humano, y que establecen que es el albedrío divino el que produce el nuevo nacimiento. Veamos algunas de ellas:

“Los cuales no son engendrados de sangre, ni de VOLUNTAD DE LA CARNE, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:13).

“NO PUEDE el hombre recibir NADA, si no le fuere dado del cielo” (Juan 3:27).

“NINGUNO PUEDE venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:44).

“NINGUNO PUEDE venir a mí, si no le fuere dado del Padre” (Juan 6:65; compárese con 17:2).

“¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque NO PODÉIS escuchar mi palabra” (Juan 8:43).

“El Espíritu de verdad, al cual el mundo NO PUEDE recibir” (Juan 14:17).

“Por cuanto los designios (lit. mente) de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, NI TAMPOCO PUEDEN” (Romanos 8:7).

“Y los que viven según (lit. “en”) la carne NO PUEDEN agradar a Dios” (Romanos 8:8).

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que TODO designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo SOLAMENTE el mal” (Génesis 6:5).

“Porque el intento del corazón del hombre es MALO desde su juventud” (Génesis 8:21; compárese Eclesiastés 9:3).

“Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y PERVERSO; ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9).

“Estabais MUERTOS en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1).

“El mundo entero está bajo el maligno” (1.ª Juan 5:19).

“No hay justo, NI AUN UNO... no hay quien HAGA LO BUENO, no hay NI SIQUIERA UNO” (Romanos 3:10-20; compárese con Salmo 14:2-3).

“...Los hombres AMARON MÁS las tinieblas que la luz, porque sus obras eran MALAS” (Juan 3:19).

“Y TODOS a una comenzaron a excusarse... Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá... Y FUÉRZALOS A ENTRAR, para que se llene mi casa” (Lucas 14:18-23).

“Así que NO DEPENDE DEL Q UE QUIERE, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia” (Romanos 9:16).

“Él, de SU VOLUNTAD, nos hizo nacer por la palabra de verdad” (Santiago 1:18).

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:8-10).

De estos textos bíblicos, resulta claro, pues, que la Escritura niega que el hombre tenga un “libre” albedrío (esto es, que sea moralmente libre para escoger el bien por un acto de su propia voluntad), y afirma, en cambio, que un pecador perdido nace de nuevo POR UN ACTO SOBERANO DE LA VOLUNTAD DE DIOS QUE IMPLANTA EN ÉL UNA NUEVA NATURALEZA Y FE, DANDO VIDA ALLÍ DONDE SÓLO HAY MUERTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario