martes, 29 de abril de 2014

Arrepentimiento genuino

El primer paso para la salvación es el arrepentimiento. Mt. 3:2; 2 Cor.7:8 Hec. 17:30;3:19

Afligirse por el pecado. Sentimiento de culpa.

La verdadera salvación viene de declararse de verdad culpable.

Sólo los que necesitan un Salvador, pueden ser salvados.

Los que sólo necesitan un Auxiliador, una Insignia, un Compañero, una Causa.

Eso no es salvación.

Jesús es su amigo pero no su hermano.

El siguiente paso para la salvación es la fe nacida y criada en tu corazón por el Espíritu Santo. Aquí está tu decisión... que Cristo es Dios y el Salvador y quieres que Él sea tu propio Dios. Jn. 3:15; 5:24; 11:25,26; 20:31

William Booth no sólo fue el fundador del Ejército de Salvación, él fue un profeta. . . Hace más de cien años profetizó

El peligro principal en el siglo 20 será:

Religión sin el Espíritu Santo, Cristianismo sin Cristo, Perdón sin arrepentimiento, Salvación sin regeneración, y Cielo sin infierno”

¡Oh qué agónicamente verdadero!

No puedes pasar por cuatro decisiones, y tres creencias y ser salvo.

No por ser miembro de una iglesia puedes contarte como hijo de Dios.

No puedes ser Cristiano sin el Espíritu Santo guiándote.

No puedes salvarte sin necesitar un Salvador.

No te salvas sin arrepentirte.

No hay ninguna fórmula. La salvación es una cita (tryst)* personal con Dios.

Es un trabajo del Espíritu, una iniciativa de Dios no una imitación de Él.

Uno a quien debes responder, aceptar Su oferta.

Muchos vienen a Dios a través de la decisión pero no a través de la necesidad. La decisión por Dios no es necesariamente nacer de nuevo.” Podría ser. Podría NO ser.

La entrada a la familia de Dios es a través del arrepentimiento, no sólo de la decisión.

El arrepentimiento es la necesidad de ser diferente, el reconocimiento de tu desesperación e impotencia. La desesperación. El terror.

¿Necesitas ayuda, la necesitas para sentirte bien? Entonces no estas todavía listo.

¿Necesitas ser rescatado de tu ego infeliz?.... eso es el arrepentimiento.

Pregúntate.

Si “quieres” ser un Cristiano, significa que Él está después de ti.

Me he encontrado con varias personas, que profesaban ser Cristianas pero descubrieron que eran ignorantes imitaciones.

Conocí a la esposa de un pastor, enferma de hipocresía, desesperada por un Dios real.

Presuntuosa de haber nacido de nuevo, le pedí que entregara todas las decisiones a Dios para el resto de su vida.

Ella se volvió y dijo, “Si yo nunca me he rendido a Dios como usted ha pedido, yo no puedo ser nacida de nuevo. Yo no soy.

La dejé con Dios para serenarla. Ella supo qué decir. Ella lo había oído en la iglesia. Sabía su estado miserable y su fracaso para estar como Dios. ¡Yo la envié a ÉL!

Ella había descubierto su propia condición - perdida - por la misma integridad con que ella había descubierto la hipocresía religiosa.

Hoy, ella es rica en conocimiento de Dios y sin darse cuenta lleva frutos. En verdad nacida de nuevo.

Paul Bilheimer escribió en “Destinó para el Trono”

“La humanidad redimida es creada y generada, engendrada de Dios, llevando Sus “genes”, Su herencia. A través del nuevo nacimiento un ser humano redimido se vuelve un miembro de buena fe de la familia cósmica original, “pariente cercano” a la Trinidad. Así Dios ha exaltado a la humanidad redimida a una altura tan sublime que es imposible para Él elevarlos más allá sin romper la Deidad.”

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