domingo, 23 de noviembre de 2014

Explicación de Apocalipsis 3:5

Apocalipsis 3: 5. El pasaje dice así,

“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”


El problema del arminianismo, como he dicho siempre, es que no saben de hermenéutica. Es decir, no saben los principios básicos de la interpretación bíblica. Entre los más importantes principios están: la Biblia interpreta la Biblia, y todo versículo debe ser interpretado en el contexto en el que se encuentra.

Cuál es el error arminianista en este pasaje? Violar los principios hermenéuticos. Para los arminianistas en este pasaje queda claro que la salvación se puede perder. Es decir, Cristo puede borrar el nombre de algún cristiano del libro de la vida, y esta persona puede ser entonces enviada al infierno.

Sabemos que esta doctrina es falsa. La enseñanza arminianista que un cristiano verdadero puede perder su salvación es anti-bíblica. En las entradas anteriores escribí acerca de la verdad de la doctrina de la perseverancia de los santos. Esta doctrina reformada claramente muestra lo que a Biblia dice acerca de que los verdaderos creyentes serán preservados de caer (Juan 10: 28-29; Romanos 8: 38-39; Filipenses 1: 6). Dios los escogió para ser salvos y por lo tanto no se pueden perder. Porqué? Porque la salvación le pertenece a Jehová. Entonces, veamos el contexto en el que se encuentra este versículo,

“1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. 3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”


El versículo 5 se encuentra dentro del mensaje que hace Cristo a la iglesia en Sardis. La acusación del Señor a esta iglesia es que tiene “nombre de que vives, y estás muerto” (v. 1). El pecado de esta iglesia es la hipocresía. Muchos en la iglesia decían ser creyentes y quizás hasta mantenían algún tipo de religiosidad, pero eran unos hipócritas. Cristo acusa a la iglesia de mantener en su medio a falsos creyentes. Habían unos cristianos “carnales” que profesaban fe en Cristo, pero que no mostraban frutos del Espíritu.

Muchos mantenían una religiosidad externa, pero en su corazón estaban aún muertos en sus pecados. Eran, como dije en el párrafo anterior, falsos creyentes. Y este es el problema del hombre. Nunca podemos conocer el corazón de los demás, y por lo tanto si juzgamos por lo externo, podemos ser engañados. Pero en este mensaje vemos la soberanía y deidad de Cristo, quien conoce exactamente el corazón de estos falsos creyentes, a quienes acusa de estar muertos.

Pero, al igual que en nuestras iglesias, habían en la iglesia en Sardis, algunos hombres que sí eran verdaderos creyentes. En el versículo 4 Cristo dice, “Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.” Estas personas verdaderamente han entrado por la puerta estrecha, y han andado por el camino angosto (Mateo 7: 13-14). Han manchado sus vestiduras, por lo tanto son dignas de andar con Cristo.

Es aquí donde Cristo habla acerca del libro de la vida (v. 5). En cuanto a la salvación, el problema arminianista es que desconoce que esta es una obra que ya ha sido consumada por la obra de Cristo. En este pasaje, se enfocan en lo que el versículo no dice e ignoran el contexto bíblico, histórico y cultural.

En el versículo 5 tenemos una promesa, no una advertencia. Por medio del uso de una figura retórica conocida como litotes, Cristo está declarando enfáticamente la certeza de la promesa. Es decir, una declaración positiva se hace a partir de la negación de su opuesto. Tenemos, entonces, que Cristo dice, “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida.” Con esta declaración Cristo no solo establece la seguridad del creyente, pues el nombre de todos los creyentes se encuentra en el libro de la vida, pero es también una declaración de la promesa que le espera al que vence.

Analizando el contexto queda claro que Cristo NO está hablando de la posibilidad de que uno de esos verdaderos creyentes pudiera ser borrado del libro de la vida. Sino, por el contrario, Cristo les está diciendo que los nombres de esos verdaderos creyentes nunca serán borrados del libro de la vida. Esa es una promesa, no una amenaza. Los arminianistas leen este versículo como una amenaza, pero si vemos el contexto esto es un error. Cristo promete algo a los pocos verdaderos creyentes de Sardis, y esta promesa es que sus nombres nunca seran borrados del libro de la vida. Porqué? Porque son verdaderos creyentes, es decir, son verdaderamente nuevas criaturas. Dios las ha hecho nacer de nuevo, a diferencia de los hipócritas en Sardis, esos falsos creyentes que mantenían un exterior de estar vivos espiritualmente, pero que en realidad estaban muertos.

Entonces, queda claro que la salvación no se puede perder, y que la doctrina arminianista es falsa y anti-bíblica.

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