viernes, 29 de agosto de 2014

El Cesacionismo

¿Enseña la Biblia de manera definitiva que los dones carismáticos han cesado? ¿Puede el cesacionismo (la opinión que sostiene que los dones de revelación y las señales han cesado) ser demostrado?

Algunos dicen que la cesación de los dones no puede ser absolutamente demostrada por la Palabra de Dios. Creemos sin embargo que la cesación de los dones de revelación y señales (presentes en los tiempos apostólicos) es enseñada claramente en la Palabra de Dios, tan claramente de hecho, que opiniones contrarias al respecto sólo han surgido alrededor de los últimos 100 años.

El término cesacionismo procede de las grandes confesiones de fe del siglo 17 como la de Westminster y las Bautistas. Ambas confesiones de fe usan la misma palabra. Hablando de cómo Dios ha revelado su voluntad y ha permitido que quedase registrara en las Escrituras, las confesiones dicen: “… las Santas Escrituras son muy necesarias, y tanto más cuanto que han cesado ya los modos anteriores por los cuales Dios reveló su voluntad a su Iglesia.” La palabra cesación no viene de la Biblia, pero la doctrina sí.

No solamente la revelación está completa y ha cesado, sino también las señales que avalan que la revelación está en progreso. He aquí un corto sumario de seis pruebas bíblicas que nos muestran que los dones de revelación han cesado (nos referimos a las visiones, a palabras de conocimiento, a palabras de sabiduría y a las profecías) al igual que los dones de señales (las sanaciones y el hablar en lenguas). Dios aún sana, por supuesto, pero en respuesta a la oración, y no a través de las manos de algún supuesto sanador.

El pasaje controversial de 1 Corintios 13:8-10 no será usado en este artículo para probar la cesación de estos dones. Solo nos referiremos a los pasajes que consideramos irrefutables.

No ocurren desde los tiempos de los apóstoles

1 La primera prueba del cesacionismo es que las sanaciones y maravillas solo eran y podían ser hechas por los apóstoles, y que estas eran señales especiales que les autenticaban como apóstoles. En 2 Corintios 12:12 Pablo dice

“Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros”

Hubo algunas personas en la iglesia de Corintios que desafiaron la validez del apostolado de Pablo. Para defenderse, Pablo les pide que miren su don de sanación y de otras señales milagrosas que fueron hechas entre ellos, afirmando que solo los apóstoles podían ejecutar tales cosas.

Un apóstol era alguien que había acompañado al Señor Jesús, que lo había visto después de su resurrección y quien había sido personalmente comisionado por El. Como testigo especial de la resurrección, se le fue otorgado el poder de la sanación. Un apóstol era alguien a quien le sería mostrada “toda la verdad” por parte del Espíritu Santo (Juan 14:26 y 16:13) y quien bien escribiría, o ratificaría los escritos inspirados.

Los creyentes necesitaban conocer quiénes eran los verdaderos apóstoles, para así respetar su autoridad especial y única. Ellos los conocerían por sus sanaciones y por otras grandes y evidentes señales. Las personas que no pertenecían al grupo de los apóstoles (el cual incluía 2 conocidos ayudantes) no podían hacer estas señales. Si todos las hubiesen podido hacer, entonces nadie podría tener la certeza de quiénes eran los verdaderos apóstoles.

En Hechos 2:43 y 5:12 una vez más es dejado en claro que los milagros eran ejecutados por “las manos de los apóstoles”. Esta era una de sus señales exclusivas. También, en Hebreos 2:3-4 los dones de sanación estaban firmemente vinculados a los apóstoles.

Pablo era un apóstol por virtud de haber visto al Señor resucitado y de haber sido directamente comisionado por El. La falta de haber recibido entrenamiento directo de parte de Cristo, fue balanceada recibiendo revelaciones únicas y especiales. Pablo afirma en 1 Corintios 15:8 que a él,

al último de todos, y como a un abortivo, me apareció….

indicando que él fue el único apóstol fuera del grupo original y que por tal era el último. (Los modernos puntos de vista del apostolado no concuerdan con las condiciones bíblicas del mismo y por lo tanto son inapropiadas y totalmente errados.)

Cuando algunas personas dicen que la cesación de los dones de los apóstoles no puede ser probado a través de las Escrituras, se les olvida que el libro de Hechos afirma de manera específica que las sanaciones y otras maravillas eran exclusividad de los apóstoles, quienes obviamente han muerto.

Cuando las iglesias habían crecido y se habían multiplicado, Pedro fue a Lida y luego a Jope, notablemente sanando a Eneas y levantando a Dorcas de entre los muertos. Comunidades enteras estaban asombradas, porque ninguno de los otros creyentes en estos lugares podía hacer tales cosas.

Cuando un joven se calló de una ventana en Troas, solo había una persona allí que lo podía resucitar, ese era Pablo. La idea carismática que las sanaciones eran ejecutadas por numerosos cristianos no puede ser encontrada en el Nuevo Testamento. En la Escritura se registró claramente a los apóstoles, juntos con sólo dos “ayudantes o delegados” apostólicos (Esteban y Felipe, y posiblemente Bernabé) como quienes obraban el don de sanación.

La única ocasión en la cual alguien fuera del grupo mencionado anteriormente ejecutó una sanación, fue cuando el Señor le ordenó a Ananías que sanase a Pablo. No hay otra sanidad aparte de estas en la iglesia primitiva. Las ideas pentecostales y carismáticas que argumentan que las sanidades tomaban lugar constantemente por cristianos de manera indiscriminada no son enseñadas en ningún lugar de la Biblia. De ahí que el registro infalible de las Escrituras muestra que el punto de vista carismático de la sanación es un error basado en un mito. El registro bíblico prueba que las sanaciones y obras poderosas estaban restringidas a una clase de personas quienes ya, por supuesto, han dejado de existir.

El propósito temporal de las lenguas

2 La segunda prueba de que el cesacionismo es probado por la Biblia, hace referencia al don de hablar en lenguas. El enunciado bíblico es este: el hablar en lenguas fue dado por Dios específicamente como una señal para los Judíos, señalándoles que la era del Mesías había llegado.

En 1 Corintios 14:21-22 Pablo dice

En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. 22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos“

En otras palabras, el don de hablar en lenguas fue una prueba milagrosa para los judíos que se resistían a creer en Cristo, que la era de la iglesia neo-testamentaria junto con su nuevo orden había llegado. No fue para el beneficio de los judíos que habían creído sino que fue dada como advertencia para aquellos que no creían. El hablar en lenguas no fue algo para los gentiles, sino para los judíos.

Pablo citó Isaías 28:11, un capítulo en el cual Isaías profetiza la llegada de Cristo. Como una señal para los Judíos, Isaías dice que los Judíos serían advertidos por aquellos de

“labios … tartamudos, y en una lengua extraña…”.

Los lenguajes de los gentiles les retarían, algo humillante para ellos como pueblo judío. Al mismo tiempo era una señal que la era Mesiánica traería a los gentiles dentro de la iglesia, y que el evangelio sería predicado en otros lenguajes.

Esta sería la señal del nuevo tiempo cuando Dios bajaría la bandera de la iglesia judía, y subiría la de la iglesia de los judíos-gentiles, es decir, la iglesia de Jesucristo. Los judíos incrédulos, quienes resistirían a Cristo y se aferrarían a los vestidos de Moisés, encontrarían que la palabra de Dios estaba siendo predicada a ellos en lengua bárbara, es decir, en lenguajes de los gentiles.

Testificar a la nación judía

Lo que hoy se conoce como hablar en lenguas no es llevado a cabo en presencia de judíos incrédulos, y no tiene que ver nada con la señal bíblica del Nuevo Testamento. La señal de que el tiempo de la iglesia había llegado, cumplió su propósito.Esta manera de anunciar la era de la iglesia de judíos y gentiles, logró su propósito mientras los apóstoles vivieron, y tal señal ha sido ya

El evangelio es ahora predicado virtualmente en todos los lenguajes en el mundo, y la señal de que esto sucedería, se cumplió mucho tiempo atrás. El propósito del hablar en lenguas (de acuerdo con las enseñanzas de Pablo) fue alcanzado en los tiempos apostólicos, probando de esta manera su cesación desde aquel entonces.Todo esto sucedió en el día de Pentecostés. Los Judíos fueron debidamente llamados y advertidos, pero las lenguas no son mencionadas fuera de Hechos de los Apóstoles y de 1 Corintios 12:14, mostrando que ellas habían logrado su propósito de advertir a los Judíos que la nueva dispensación había llegado.

Las lenguas eran lenguajes reales

3 La tercera prueba del cesacionismo se suma a la segunda, y esta es – El don de hablar en lenguajes reales fue dado en el día de Pentecostés (y por un breve periodo de tiempo después), y nunca se ha visto desde entonces. Debe parecer obvio para nosotros que los lenguajes milagrosos del libro de los Hechos y de 1 Corintios nunca han ocurrido desde aquellos días.

El falso don de lenguas en las iglesias carismáticas

El hablar en lenguas en la actualidad, nunca se asemeja a lo observado en los tiempos de los apóstoles; son por el contrario repeticiones disparatadas y sin sentido, es un habla totalmente dislocada. Nada milagroso sucede. En los tiempos del Nuevo Testamento, aquellos que hablaban en lenguas recibían del Espíritu Santo la habilidad para hablar en lenguajes humanos que no habían aprendido antes, y personas que los hablaban desde su infancia quedaban maravillados y sorprendidos al presenciar tal cosa.

Los judíos estaban presentes (pues era una señal específica para ellos). En el día de Pentecostés muchos judíos que vivían en tierras extranjeras escuchaban como otros que no sabían sus lenguajes ahora los hablaban con absoluta claridad y fluidez, corroborando la veracidad de quienes hablaban. Después de Pentecostés el Espíritu Santo daría el don milagroso del entendimiento a intérpretes, para que la autenticidad del lenguaje hablado siempre pudiese ser corroborada. Ninguna cosa similar se ha visto desde aquellos tiempos de la Biblia.

Quienes en la actualidad defienden el hablar en lenguas, siempre apuntan hacia 1 Corintios 13:1 donde Pablo, hablando hipotéticamente, dice que aún si el hablase en lengua angelical pero sin amor, no contaría para nada. Los maestros carismáticos desesperadamente tratan de encontrar en el texto bíblico ayuda para sostener sus posiciones e interpretan las palabras de Pablo como una justificación para lenguas extáticas y no lingüísticas. Pero es claro para cualquier persona que piense, que este es un uso ilegítimo del versículo.

Al describir tales lenguajes literales, la Biblia efectivamente nos advierte que estos dones han cesado. Estos simplemente no han ocurrido en ningún momento en la historia, en ninguna parte del mundo, desde los tiempos de los primeros días de la iglesia. Lo que sucede hoy es que las personas (quienes pueden ser sinceros Cristianos) en su deseo de hacer lo que sus líderes insisten es correcto, buscan pronunciar una serie de palabras que están fuera de las normas del habla. Ellos ni hablan un lenguaje real ni entienden lo que están diciendo.

La cesación del don de lenguas, es algo claramente enseñado en las Escrituras en virtud de la precisa definición que la Palabra hace acerca de los lenguajes reales. Esta definición no puede ser relacionada, en lo absoluto, con nada de lo que ha sucedido desde entonces. (*1)

Desde los tiempos de la Biblia hemos presenciado los gloriosos eventos de la reforma, al igual que poderosos y genuinos avivamientos cuando al Espíritu de Dios le ha placido obrar con poder excepcional. A pesar de esto, aún no se ha reportado o registrado alguien que clame tener la habilidad de hablar en un lenguaje real que nunca haya aprendido. Esta es una prueba certera que el genuino don de lenguas, del que hace referencia la Palabra de Dios ha cesado.

No existen instrucciones para el nombramiento de profetas

4 La cuarta prueba al respecto de la cesación del don de la revelación y de señales es esta: en el Nuevo Testamento no existen instrucciones para el nombramiento de apóstoles, profetas, sanadores o de ningún otra oficio por el estilo. Esto es algo de tremendo significado porque Dios ha establecido los patrones detallados para la iglesia en el Nuevo Testamento.

Es cierto que algunos Cristianos no creen que la Biblia provee los planos o el modelo a seguir para la iglesia, pero la mayoría de personas quienes poseen creencias bíblicas bautistas, si lo creen.

El apóstol Pablo nos manda repetidamente a ser los más cuidadosos imitadores suyos en el sistema de gobierno de la iglesia y en conducta, y las epístolas pastorales establecen cómo nosotros deberíamos comportarnos y trabajar en la iglesia de Dios. Se nos es dado un modelo preciso para la iglesia en todo tiempo.

Los falsos apóstoles modernosTenemos instrucciones que con sumo cuidado indican como seleccionar predicadores, ancianos y diáconos, pero no existen instrucciones para el nombramiento de apóstoles (porque estos oficios no habrían de perpetuarse) o de cómo reconocer o acreditar a un profeta (porque los dones de revelación cesaron cuando la Biblia fue completada). Tampoco existen instrucciones para el nombramiento de sanadores.

Este no es simplemente otro argumento, sino que por el contrario se constituye una prueba firme de que estos oficios y funciones (apóstoles, profetas y sanadores) no habrían de continuar. Las instrucciones de todos los asuntos pertinentes a la organización de la iglesia están completos y son suficientes y autoritativos para la iglesia hasta que Cristo regrese de nuevo. Nosotros desobedecemos el modelo perfecto de Dios para con la iglesia si hacemos elecciones que no son prescritas por la Biblia. En tales casos hay una flagrante desobediencia a la Palabra de Dios.

¿Cómo puede ser dicho que no hay pruebas certeras en las Escrituras para probar el cesacionismo, cuando el modelo inspirado de Dios para la iglesia no provee instrucciones para la continuación de voceros inspirados y hacedores de señales? Esta es una contundente prueba de la validez del cesacionismo- a menos que no creamos en la suficiencia de las Escrituras, y no creamos que Dios ha provisto un modelo para su iglesia.

La revelación ha sido completada

5 La quinta prueba bíblica del cesacionismo es que la Biblia claramente enseña que la revelación ha sido completada.

No puede haber nuevas revelaciones después del tiempo de los apóstoles. Hemos ya notado en Juan 14:26 y en Juan 16:13 que el Señor Jesús les dice dos veces a sus discípulos que el Espíritu Santo, cuando venga, los guiará hacia toda verdad.

Los apóstoles serían los autores de los libros del Nuevo Testamento y quienes autenticarían los libros inspirados del Nuevo Testamento que no fueron escritos por ellos. Pronto toda la verdad sería revelada, y después de la era apostólica no habría más revelación de las Escrituras. La Palabra estaría finalizada.

¡Y por esta razón, cuán gozosos estamos! En qué estado estuviésemos si personas pudieran salir aquí y allá (como sucede en el mundo carismático) dándonos nuevas revelaciones. ¿Quién podría saber lo que es correcto y verdad? Pero la Escritura es el estándar de medida para todo, y ya está finalizada, está completa; es perfecta, suficiente y confiable.

Judas pudo hablar acerca de la fe que “ha sido una vez dada a los santos”. Su epístola fue escrita 25 años antes del último libro de la Biblia, pero lo suficientemente “tarde” para afirmar que todas las doctrinas principales e instrucciones para la iglesia han sido reveladas. En esta etapa avanzada de la revelación, Judas habla de la fe que ha sido una vez dada, o aún, que de una vez por todas ha sido dada. Esta ha sido virtualmente finalizada; pronto (desde la perspectiva de Judas) no habrá más revelación.

Los versículos finales de la Biblia advierten que nada puede ser añadido o sustraído de las palabras del libro de Revelaciones, pero esto ciertamente aplica a la Biblia entera, no sólo al último libro. Nosotros lo sabemos porque esta advertencia es un eco similar a la advertencia dada por Moisés en el primer libro de la Biblia (los primeros 5 libros fueron originalmente uno), de manera particular en Deuteronomio 4:2 “No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.” (Palabras repetidas por Moisés en Deuteronomio 12:32).

La finalización de la revelación es también probada por el hecho que los apóstoles y los profetas son descritos como la etapa fundacional de la iglesia.

En Efesios 2:20 la iglesia es descrita como siendo

“edificad(a) sobre el fundamento de los apóstoles y profetas [esto es, los profetas del Nuevo Testamento] siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”.

Una fundación es algo único, completo y estable. Entre tanto que sobre sus fundamentos, el edificio continúa siendo construido a través del tiempo, tales fundamentos siempre continuarán siendo los mismos, no se pueden cambiar.

Que hay acerca de la profecía de Joel, citada por Pedro en el día de Pentecostés, que dice que el Espíritu sería derramado, todos los creyentes, hombres, mujeres, viejos y jóvenes profetizarían? No implicó que los dones de los exclusivos apóstoles continuarían literalmente hasta el regreso del Señor? No, porque la manera de entender esta profecía debe estar de acuerdo con la irrefutable enseñanza de la Biblia de que pronto la revelación sería completada, y entonces, habiendo ya sido completada, la revelación cesaría.

Es esta revelación completada (particularmente el Evangelio) será de testigo a los creyentes de todas las épocas, es decir, hombres y mujeres, alrededor del mundo, hasta el final. Los creyentes continuarán viendo visiones y soñando sueños en este sentido: ellos adoptarían, meditarían y proclamarían las infalibles “visiones y sueños” dados a ellos en la Biblia. No profetizarían en el sentido de recibir una nueva revelación. Ellos también soñarían sueños acerca de los planes y conquistas del evangelio. En este sentido, la profecía de Joel está aún siendo cumplida.

Las extraordinarias manifestaciones como el hablar en lenguas, se habían claramente desvanecido para el tiempo en el cual Pedro escribió sus dos epístolas, pues el no sugiere en lo absoluto que esas señales de los primeros tiempos de la iglesia continuaban aún en operación.

Como la revelación fue completada en el tiempo de los apóstoles, nosotros podemos ver que la tarea de los apóstoles y profetas se acabó. Y si los dones de revelación han terminado, entonces han terminado también las señales que las autenticaban y que autenticaban a los autores inspirados. Nosotros recordamos lo que Pablo dijo en 2 Corintios 12:12.

Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros… por señales, prodigios y milagros

Cómo puede ser dicho entonces que no hay pruebas bíblicas de la cesación de los dones de revelación (y de las señales que los autenticaban) cuando las Escrituras afirman enfáticamente que la revelación ha sido terminada o completada, como una fundación en el comienzo de la era de la iglesia?

Las Escrituras testifican acerca del final de las señales

6 La sexta prueba acerca del final del don de señales es este: las Escrituras muestran que estas señales “se estaban retirando de la escena en la iglesia” para ese tiempo específico. Pablo, por ejemplo, quien poseía poderes apostólicos para ejecutar señales y maravillas y obras poderosas, no pudo, en el transcurso del tiempo, sanarse a sí mismo, ni a Timoteo o a Trófimo o a Epafrodito.

Podemos ver también “la no operatividad” de los dones de sanación en Santiago 5, donde son dadas instrucciones específicas acerca de orar por los enfermos, y de cómo los ancianos pondrían sus manos sobre los que estaban postrados en cama. Es obvio en este pasaje que no se refiere a modernos y talentosos sanadores, sino a ancianos de la iglesia que oran.

La palabra unción es mencionada, pero el término griego que denotaba la unción religiosa no es aquí usado. El griego usa una palabra muy práctica que significa “frotar” con aceite, como a manera de alivio para personas enfermas en cama. Lo que Santiago afirma efectivamente es algo como esto, “Cuídate que tu mente no sea tan celestial de tal manera que no seas de uso terrenal, sino que presta alivio físico para con aquellas personas que sufren”

Lo que más importa es la oración. Es cierto que teniendo en cuenta las instrucciones de Santiago, ningún “talentoso sanador” es traído a casa del enfermo para dar la “orden” de ser sanados o para darle al enfermo “un toque sanador”. La imposición de manos de los ancianos es un acto simbólico, que comunica el amor de la iglesia, su cuidado y responsabilidad.

El pasaje en Santiago, contiene 4 exhortaciones para orar y es una continuación de su enseñanza acerca de lo que debemos decir, “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” Podemos y tenemos de hecho que orar por la sanidad de quienes están enfermos, pero puede ser que la voluntad de Dios sea que un enfermo testifique de la gracia de Dios en su enfermedad.

El punto principal de este artículo es que nadie posee un poder especial para sanar en Santiago 5. La sanación es hecha por Dios en respuesta a oraciones. La posición de la iglesia a partir de ese momento es la de orar por sanidad, recordando que algunos son llamados a vivir “como ejemplo de aflicción y de paciencia” (Santiago 5:10)

El hecho que Santiago no menciona los dones de sanación muestra de manera inequívoca que el don de sanación, fue retirado muy temprano durante el curso de la era apostólica.

Asumiría un lector serio de la Biblia que los dones serían para todos los tiempos?

Se ha sugerido que si un nuevo convertido, sin experiencia alguna en lo que respecta a la vida como parte de una iglesia, fuese encerrado en una habitación solo con su Biblia, a éste nunca se le ocurriría que los dones carismáticos han cesado. Lo contrario es cierto. Hay mucha gente (nosotros conocemos algunos) quienes habiendo tenido otra fe, han sido convertidos a Cristo a través de la lectura privada de las Escrituras, y subsecuentemente han encontrado su camino a la iglesia. El punto es: de la lectura exclusiva de la Biblia ellos no han recibido ningún tipo de expectativa acerca de los dones carismáticos. De manera más frecuente – y esto incrementa con el paso del tiempo – los creyentes abandonan las iglesias carismáticas habiendo entendido claramente que lo que toma lugar allí no es lo que ellos leen en la Biblia.

Al leer de manera cuidadosa el libro de los Hechos, ellos descubren que solo el grupo de los apóstoles sanaban y sienten que han sido guiados erróneamente por la noción carismática y pentecostal que numerosas personas lo hacían.

Algunos se preguntan cuál era el significado original o propósito del hablar en lenguas y cuando aprenden de Pablo que el hablar en lenguas era una señal específica para los judíos, sienten una vez más que han sido guiados erróneamente por sus maestros.

Igualmente sienten que han sido instruidos de manera equivocada cuando llega a ser evidente para ellos que las “lenguas” fueron lenguajes reales, algo infinitamente más milagroso que simples sonidos incomprensibles y desarticulados.

Entonces, tan pronto los creyentes aprecian la importancia del modelo escritural para la iglesia, algunas veces la siguiente pregunta surge en sus mentes: “Donde están las instrucciones en la Biblia para el nombramiento de los apóstoles, profetas y sanadores hoy?” Ellos encuentran que no hay ninguna, en lo absoluto! y llegan aún a ser más críticos de las falsas enseñanzas que han recibido.

Entonces la pregunta acerca de la autoridad y suficiencia de la Escritura irrumpe y piensan: “¿La revelación de la Palabra de Dios no ha sido finalizada?” ¿Cómo pues, las profecías modernas pueden ser válidas e inspiradas?” Es obvio para ellos que todas las profecías “autoritarias” que ellos han escuchado son simplemente un gran fraude y una total decepción.

Muchos creyentes entienden por ellos mismos que para las personas carismáticas, las Escrituras ocupan un segundo lugar después de la imaginación humana y de misteriosas experiencias. Finalmente, entre más y más estos amigos estudien la Palabra de Dios, más podrán apreciar la evidencia que las señales desaparecieron corto tiempo después de su espectacular inicio.

Nada de esto significa que el Señor no mueva a su gente a recordar deberes o verdades, o que los urja a hacer ciertas cosas, o que les advierta de peligros inminentes. Estas son intimaciones divinas más no revelaciones o dones.

En la historia de la iglesia, se han registrado ocasiones en las que algunas personas han tenido intimación de parte de Dios acerca de situaciones o personas peligrosas, pero dejemos en claro que nunca fueron revelaciones relacionadas con doctrinas. Encontramos tales ocasiones en tiempos de severa persecución. Por ejemplo, antes de la caída de la antigua Unión Soviética, hemos escuchado fidedignos relatos donde verdaderos siervos de Dios fueron maravillosamente librados de ser arrestados porque el Señor había fijado en ellos una firme convicción de no ir a cierto lugar en particular. En tal caso, se descubrió tiempo más adelante que la policía-KGB había tendido una trampa para ellos. Sin embargo ninguna de estas intimaciones fue otorgada de manera regular (siendo siempre la excepción y no la regla) y ciertísimamente, nunca nadie recibió alguna nueva revelación autoritaria de carácter doctrinal. Dios puede hacer toda clase de cosas para librar y bendecir a su gente, pero nunca estas cosas se pueden asociar bíblicamente con la reaparición de dones apostólicos o proféticos.

El daño causado por la enseñanza carismática

Muchos carismáticos han comenzado a notar la enorme diferencia entre la Biblia y lo que a ellos se les ha enseñado. Las personas con tales dudas son usualmente perturbadas por el hecho que un número alto de católicos que dependen de María, que van a misa, y practican las buenas obras para alcanzar la salvación, también pueden hablar en lenguas y profetizar. Muchos católicos adoran exactamente de la manera en que lo hacen los protestantes carismáticos.

También, los carismáticos que comienzan a dudar, escuchan muy a menudo que en servicios no Cristianos (muchos de ellos paganos) también se habla en lenguas. Usted no necesita ser un genuino creyente para hablar en lenguas de estilo carismático, porque estas no son un verdadero don del Espíritu.

Hay muchos cristianos sinceros en el movimiento carismático, pero aseveramos de manera enfática que el intentar revivir el don de señales y de revelación, es un error con consecuencias extremadamente dañinas. Podemos ver claramente el daño causado cuando vemos el desenfreno de grandes grupos e iglesias en las cuales el Evangelio ha desaparecido virtualmente, y ahora yace enterrado bajo los escombros de extravagancias heréticas.

En la actualidad se pueden hallar grandes grupos carismáticos que niegan la sustitución penal de Cristo, e incluso algunos que niegan la Trinidad. (Uno de los más famosos predicadores y escritores de carácter carismático niega la doctrina de la Trinidad.)

La música de estilo mundano tomó posesión de las iglesias carismáticas, aún la música más extrema y de carácter totalmente impío. Las artimañas teatrales de la mayoría de los líderes carismáticos para arrebatar dinero pueden ser vistas en cualquier momento en los canales religiosos de nuestra televisión, y la herejía del “evangelio de la prosperidad” puede ser ahora vista en todas partes.

Numerosos charlatanes y deshonestos han logrado cautivar a un gran número de seguidores llevando a cabo supuestas “sanaciones” en lugares alrededor del mundo.  Aún más, técnicas de adivinación han sido presentadas como maravillas espirituales en las iglesias.

La poderosa corriente que constantemente propulsa la mayoría de iglesias pentecostales y carismáticas, alejándolos más y más de la Biblia, es evidencia de un error serio y fundamental, a saber, la idea de que los dones de señales y de revelación son válidas para todo los tiempos. El experimentarlos implica un error de carácter doble: primeramente, porque aminoramos los dones a algo no milagroso (por ejemplo, convertir lenguajes reales en palabrerías de tipo no lingüístico) y segundo, porque menoscabamos las Escrituras junto con su autoridad y suficiencia, que ahora se tendrían que inclinar ante experiencias imaginarias y extáticas de sueños, visiones, “palabras del Señor”, y revelaciones similares.

Apreciemos el daño causado a cristianos cuya fe ha sido desviada de Cristo y de la suficiencia de su Palabra, para ser encaminados y entrenados en fenómenos misteriosos y sensaciones místicas.

Sinceramente oramos para que Dios guarde a quienes son sus verdaderos hijos del inmenso daño causado por el error salvaje de abandonar las Escrituras.

Retomamos la pregunta inicial ¿Puede el cesacionismo ser demostrado? Como lo vimos, es totalmente posible probar que el cesacionismo es una verdad bíblica irrefutable.

(*1) Las personas que ilegítimamente hablan en lenguas hoy, ni siquiera intentan seguir las reglas bíblicas para el ejercicio de tal don en aquellos días – Que no más de 2 o 3 personas como máximo podrían hablar al mismo tiempo en un servicio. 1a Corintios 14:27
Dr. Peter Masters

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